Transparencia y fiscalidad en el centro del debate
A partir del 3 de febrero de 2025, todas las empresas en España estarán obligadas a declarar la titularidad real de la empresa ante la Agencia Tributaria. Esta nueva normativa, establecida en la Orden HAC/1526/2024 y publicada en el BOE, busca reforzar el control fiscal, prevenir el fraude y aumentar la transparencia empresarial. Pero, ¿qué implica realmente esta medida para tu empresa? ¿Estás al tanto de lo que debes hacer? Y, sobre todo, ¿has informado ya a Hacienda sobre la titularidad real de tu sociedad?
Este post pretende resolver todas tus dudas de manera clara, con ejemplos, contexto legal y consejos prácticos. Sigue leyendo y asegúrate de cumplir con esta nueva obligación para evitar sanciones innecesarias.
¿Qué es la titularidad real de una empresa?
La titularidad real de la empresa hace referencia a las personas físicas que están en posesión de más del 25 % del capital social o que ejerzan control efectivo sobre la entidad por otros medios. Esto significa que, además de los accionistas mayoritarios, también se consideran titulares reales a quienes influyen de manera directa en la gestión, decisiones estratégicas o dirección financiera de la empresa, aunque no estén necesariamente reflejados como socios formales.
Por ejemplo, una persona que no posee acciones pero que participa activamente en la toma de decisiones clave o que actúa como beneficiario final de la actividad empresarial, también podría ser considerada titular real. En resumen, no solo importa quién aparece en los papeles, sino quién tiene realmente el control o los beneficios económicos derivados de la actividad de la empresa. Este concepto amplía el foco más allá del capital social para abarcar el poder real dentro de las organizaciones.
¿Por qué es importante declarar la titularidad real?
Declarar la titularidad real de la empresa no es un mero trámite burocrático, sino una herramienta clave para reforzar la legalidad y la transparencia en el ámbito empresarial. Gracias a esta obligación, la Agencia Tributaria puede:
- Identificar a los beneficiarios reales de las empresas: es decir, a las personas físicas que se benefician económicamente de la actividad de la sociedad, aunque no siempre figuren como administradores o representantes legales.
- Prevenir la evasión fiscal, el blanqueo de capitales y el fraude societario: dificultando el uso de estructuras opacas para ocultar patrimonio o ingresos, y detectando prácticas sospechosas o ficticias.
- Fomentar la transparencia y la trazabilidad de las sociedades mercantiles: lo que genera mayor confianza en el entorno empresarial y facilita la cooperación con otras administraciones, tanto nacionales como internacionales.
Esta medida también fortalece el cumplimiento de la legislación europea, ya que se alinea con las directrices comunitarias en materia de prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. En definitiva, se trata de una acción preventiva que beneficia no solo a la Hacienda pública, sino también al tejido empresarial en su conjunto, promoviendo un entorno económico más limpio, justo y competitivo.
¿A qué empresas afecta esta obligación?
Todas las sociedades mercantiles y entidades con personalidad jurídica que operen en España están obligadas a declarar la titularidad real. Esta obligación tiene un alcance muy amplio, y su cumplimiento no depende del tamaño, facturación o número de socios de la entidad. Se aplica tanto a grandes corporaciones como a pequeñas y medianas empresas, e incluso a organizaciones sin ánimo de lucro con actividad económica.
Esto incluye:
- Sociedades limitadas (SL): la forma jurídica más común entre pymes y startups.
- Sociedades anónimas (SA): típicas en grandes empresas con capital social dividido en acciones.
- Cooperativas: entidades que operan con principios democráticos y suelen tener una gestión colectiva.
- Fundaciones: aunque no tengan fines lucrativos, si realizan actividad económica también deben cumplir.
- Asociaciones con actividad económica: si generan ingresos a través de actividades empresariales o comerciales, están obligadas a declarar.
En definitiva, si tu entidad está inscrita en el Registro Mercantil o tiene personalidad jurídica independiente, lo más probable es que esté sujeta a esta normativa.
¿Cómo se declara la titularidad real de una empresa?
La información se debe comunicar a través del modelo 036, que desde febrero de 2025 sustituye al modelo 037. Este modelo debe presentarse de forma telemática ante la Agencia Tributaria mediante certificado digital, DNI electrónico o Cl@ve PIN.
Datos que se deben incluir:
- Nombre y apellidos del titular real.
- NIF o número de identificación extranjero.
- Fecha de nacimiento.
- Nacionalidad.
- País de residencia.
- País de expedición del documento de identidad.
Además de esta información básica, es importante que los datos sean exactos y estén actualizados, ya que deben coincidir de manera estricta con lo declarado en el modelo 200 del Impuesto sobre Sociedades y con los datos registrados en el Registro Mercantil. Una discordancia entre estas fuentes puede generar alertas en los sistemas de control tributario y derivar en requerimientos adicionales por parte de la Agencia Tributaria.
Por ello, es muy recomendable revisar y confirmar todos los datos antes de hacer la presentación. En caso de duda, contar con el asesoramiento de un profesional puede evitar errores que deriven en sanciones o complicaciones administrativas.
Cambios en la titularidad real: ¡hay que informar también!
Uno de los aspectos más importantes de esta obligación es que no basta con informar una sola vez. Cualquier cambio en la titularidad real debe ser comunicado a Hacienda en un plazo máximo de un mes. No importa si el cambio es total o parcial, si ha sido provocado por una operación de compraventa o por una reestructuración interna: la obligación de actualizar la información permanece activa en todo momento.
Esto incluye:
- Venta de participaciones: cuando uno o varios socios venden parte de su participación a nuevos inversores o accionistas.
- Cambios en el consejo de administración: si se incorporan nuevos miembros con poder de decisión o si se reorganiza la estructura de gobierno de la empresa.
- Variaciones en el reparto del capital social: ya sea por ampliación de capital, entrada de nuevos socios o redistribución de acciones entre los actuales socios.
También deben notificarse aquellos casos en los que, sin haber cambios en los socios, se modifica la estructura de control efectivo de la sociedad (por ejemplo, mediante pactos parasociales, acuerdos de voto o nuevas atribuciones de funciones).
¿Y si no informo?
El incumplimiento de esta obligación puede salir caro. Las sanciones pueden oscilar entre 300 y 400 euros, y se aplicará una multa de 20 euros por cada dato erróneo u omitido. Además, podrías tener problemas en futuras inspecciones fiscales.
¿Qué pasa si no hay un titular claro?
En algunos casos, puede que no exista una persona física que cumpla con el requisito de poseer más del 25 % del capital o de ejercer control directo mediante derechos de voto o pactos internos. Esta situación es más habitual de lo que parece, especialmente en empresas con estructuras societarias dispersas o participaciones muy fragmentadas.
En ese caso:
- Se debe declarar como titular real al administrador de la sociedad, ya que es la figura que representa legalmente a la empresa y tiene capacidad de decisión efectiva.
- Si hay varios administradores, todos deberán figurar como titulares reales en la declaración ante la Agencia Tributaria, sin excepción.
Este criterio se aplica para garantizar que siempre haya una persona identificable y responsable ante la Agencia Tributaria. De esta forma, se evita que ciertas empresas operen sin transparencia en su estructura de control, lo que podría facilitar prácticas opacas o elusión de responsabilidades fiscales.
Además, declarar al administrador como titular real no exime a la empresa del deber de revisar regularmente su estructura para identificar cualquier posible titular efectivo en el futuro.
Ventajas de cumplir con la declaración de titularidad real
Aunque pueda parecer una carga administrativa más, declarar la titularidad real de tu empresa también tiene su lado positivo. No se trata solo de cumplir con Hacienda: es una forma de proteger tu negocio y reforzar su credibilidad en el mercado.
- Refuerza la confianza ante inversores y entidades financieras: cuando una empresa tiene su documentación en regla y demuestra transparencia, genera seguridad. Es más fácil conseguir financiación, cerrar acuerdos o atraer inversores si todo está claro desde el principio.
- Mejora tu imagen como empresa responsable: mostrar que cumples con tus obligaciones legales y fiscales no solo te da tranquilidad, también proyecta una imagen profesional y comprometida. Esto puede marcar la diferencia frente a tus competidores.
- Evita sustos con sanciones: al mantener la información actualizada, te ahorras disgustos. No tener al día los datos de titularidad puede traducirse en multas o inspecciones, incluso si no hay mala fe de por medio.
- Te facilita mucho la vida si vendes o haces cambios: en procesos como fusiones, adquisiciones o la entrada de nuevos socios, tener clara y documentada tu estructura societaria ahorra tiempo y complicaciones. Y eso, cuando estás negociando, vale oro.
- Contribuyes a un entorno empresarial más sano: al cumplir con esta obligación, también estás colaborando con un sistema más transparente y justo para todos. Es un pequeño gesto que suma en la lucha contra el fraude y fortalece el tejido empresarial.
En resumen, declarar la titularidad real no solo es cumplir por obligación, también es una oportunidad para ordenar tu empresa, transmitir confianza y estar preparado para lo que venga.: mostrar que la empresa cumple con sus obligaciones legales genera seguridad y credibilidad a la hora de buscar financiación o establecer alianzas estratégicas.
Preguntas frecuentes sobre la titularidad real de la empresa
Sabemos que estas cuestiones pueden generar dudas, sobre todo si es la primera vez que escuchas hablar de la titularidad real. Por eso, aquí respondemos a algunas preguntas frecuentes de forma sencilla, directa y con un lenguaje claro:
¿Es obligatorio declarar la titularidad real si soy autónomo?
No. Esta obligación afecta exclusivamente a entidades con personalidad jurídica, como sociedades mercantiles o fundaciones. Si eres autónomo y trabajas como persona física, no estás obligado a presentar esta declaración. Eso sí, si gestionas una sociedad, aunque seas su único miembro, ahí sí deberás declarar.
¿Cada cuánto tiempo hay que actualizar la titularidad real?
No es necesario hacer la declaración cada año, pero sí es obligatorio actualizarla cada vez que haya un cambio en los titulares reales. Por ejemplo, si un socio vende sus participaciones o si alguien nuevo entra en el consejo de administración. Lo importante es que lo comuniques en el plazo máximo de un mes desde que se produce el cambio. Así evitarás sanciones y tendrás tu empresa al día.
¿Se puede presentar el modelo 036 en papel?
No. Este trámite se realiza exclusivamente por internet, a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria. Para ello necesitarás un certificado digital, un DNI electrónico o una clave PIN. Si no estás familiarizado con estos sistemas, te recomendamos contar con la ayuda de una gestoría o asesoría para no cometer errores.
¿El modelo 037 sigue siendo válido?
No. A partir de febrero de 2025, el modelo 037 se elimina oficialmente. A partir de entonces, todas las gestiones relacionadas con la titularidad real deberán hacerse con el modelo 036, que es más completo y adaptado a esta nueva obligación.
Si tienes más preguntas o dudas específicas sobre tu caso, no dudes en buscar asesoramiento personalizado. Una buena orientación desde el principio puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza más adelante.
¡Evita sanciones y pon tu empresa al día!
Cumplir con esta obligación no solo es un gesto de responsabilidad fiscal, también es una manera de cuidar tu empresa, protegerla y facilitar su crecimiento con una base sólida. Muchas veces, estos pequeños pasos administrativos marcan la diferencia a largo plazo. En un entorno donde la transparencia empresarial y el cumplimiento normativo son cada vez más relevantes, dejar pasar una declaración como esta puede acabar generando más de un dolor de cabeza… y no solo económico.
Estar al día no solo evita sanciones, sino que transmite profesionalidad, tranquilidad y seriedad a quienes te rodean: socios, proveedores, clientes e incluso tus propios empleados.
¿Necesitas ayuda para declarar la titularidad real de tu empresa?
Sabemos que a veces enfrentarse a trámites como este puede parecer complicado, sobre todo si es la primera vez que te enfrentas a ellos o si simplemente no tienes tiempo para gestionarlo todo. En Gexes Asesores estamos para ayudarte. Te acompañamos paso a paso para que cumplas con la normativa sin agobios, sin errores y con la seguridad de estar haciendo las cosas bien.
Tanto si tienes dudas puntuales como si necesitas que nos encarguemos de todo el proceso por ti, puedes contar con nosotros. Queremos que te centres en lo que de verdad importa: hacer crecer tu negocio.